Photo by Penelope P. Miller/America's Best Racing
Post positions are an integral yet easily overlooked part of handicapping.
Drawing an outside post and having to cover more ground than his or her rivals can often prove costly for a horse in the final furlongs, and sometimes all it takes is a switch from the outside to the inside to pave the road to the winner’s circle.
In two straight races, Bullards Alley wound up with post nine in a pair of turf races. Given the inherently tighter turns in a turf race, having to overcome an outside post is a more difficult proposition in a grass race than one over the main track. While a horse with early speed can often use it to offset an outside post and gain an inside spot in the early going, Bullards Alley is a late runner, meaning his jockey might be forced to lose ground while reining him in or gearing him down at the break to avoid being carried wide on the first turn.
Despite those outside posts, in a highly promising sign, Bullards Alley still managed to turn in strong efforts. He was third in a first-level allowance race at Kentucky Downs on the turf at 1 5/16 miles, finishing three lengths behind the winner at 31-1 odds. Then, in a first-level allowance race at Keeneland on Oct. 21, he finished second by ¾ of a length in a 1 3/16-mile test on the turf at 35-1 odds.
On Nov. 12 in the ninth race at Churchill Downs, Bullards Alley returned to the races in another first-level allowance race, this time at 1 3/8 miles on the turf. Off his two previous efforts, Bullards Alley was listed at significantly lower odds of 9-2 in the morning line.
Yet he also had something else going for him. This time his luck at the post position draw turned by 180 degrees. He landed the rail, giving him a golden opportunity to make up a few lengths from his last two races thanks to the benefit of a ground-saving trip over an 11-furlong distance of ground.
Savvy handicappers, expecting a better effort from the rail, knocked him down to the 7-2 second choice and were treated to a return of $9.40 for every $2 win bet when he rallied through the stretch and posted a ¾-length victory.
THE LESSON: A dramatic change in post positions, especially in turf races, could be the key to making up a few lengths and landing in the winner’s circle.
(Tambien en Español)
El Dato de la Semana: La Palabra ‘Por Dentro’
Foto de Penélope P. Miller/America's Best Racing
Las posiciones en el partidor son una parte integral, pero fácilmente subestimada, del análisis de las carreras.
Partir desde una posición por el exterior y tener que cubrir más terreno que sus otros (as) rivales a menudo prueba que cuesta mucho más a un caballo en los metros finales, y algunas veces todo se reduce a un cambio desde afuera hacia adentro para pavimentar el camino hacia el círculo de ganadores.
En dos carreras consecutivas, Bullards Alley fue castigado con la posición nueve en un par de carreras en el césped. Dada la inherente estrechez de curvas en una carrera en el pasto, tener que superar una salida por fuera es una proposición más difícil en césped que sobre la pista principal. Mientras que un caballo con ligereza inicial puede a menudo utilizarla para dejar atrás el cajón de salida y lograr un buen lugar por dentro desde el comienzo, Bullards Alley es un atropellador, lo que quiere decir que su jinete puede verse forzado a perder terreno sujetándolo o guardándolo en la partida para evitar ser abierto en la primera curva.
A pesar de esas salidas por el exterior, en un signo altamente prometedor Bullards Alley se las arregló para producir buenos esfuerzos. Fue tercero en una condicional de primer nivel en Kentucky Downs en el césped sobre 1 5/16 millas, rematando tres cuerpos detrás del ganador a dividendos de 31-1. Luego, en una condicional de primer-nivel enKeeneland el 21 de Octubre, finalizó segundo a ¾ de cuerpo en una prueba sobre 1 3/16-de milla en el pasto a dividendos de 35-1.
El 12 de Noviembre en la novena carrera de Churchill Downs, Bullards Alley regresó a competir en otra condicional de primer-nivel, esta vez sobre 1 3/8 millas en el pasto. A causa de sus dos previos esfuerzos, Bullards Alley fue cotizado a un dividendo significativamente bajo de 9-2 en la línea matinal.
Sin embargo, ahora tenía algo adicional jugando a su favor. Esta vez su suerte en la posición de partida giró 180 grados. Aterrizó en la baranda, dándole una oportunidad dorada de ganar unos cuantos cuerpos respecto a sus últimas carreras, gracias al beneficio de un ahorro de terreno en un desarrollo sobre una distancia de 11-furlones.
Los astutos analistas, esperando una mejor actuación desde el riel, lo golpearon hasta una segunda opción a 7-2 y fueron recompensados con un retorno de $9.40 por cada $2 apostados a ganador cuando atropelló en la recta para registrar una victoria por ¾-de cuerpo.
LA LECCIÓN: Un cambio dramático en la posición de partida, especialmente en carreras en el césped, podría ser la clave para ganar unos cuantos cuerpos y aterrizar en el círculo de ganadores.