Photo by Eclipse Sportswire
Wheeling a horse or race in an exotic wager comes with some inherent shortcomings.
It may guarantee a handicapper of selecting a winner, but it also comes with the understanding that you will incur a slew of losing tickets to chew away at your profit – if you win.
With that in mind, the key element in deciding whether wheeling is indeed an appropriate move centers on turning enough of a profit to cover the losses that are attached to it.
For instance, wheeling a horse in an exacta by using him with every other horse in the race usually does not make sense in a small field. What’s the point in betting $10 to wheel a horse in a six-horse field when the payoff might be $15?
Conversely, when you lock on to a longshot in a big field, hitting the All button and covering every possible combination in an exacta could make all the sense in the world.
The sixth race at Gulfstream Park on Jan. 3 was one of those instances when covering all of your bases paid off rather handsomely.
Let’s assume that in handicapping the race, you were intrigued by Malbec. It was an optional $25,000 claimer at five furlongs on the turf and he was coming off a victory at Woodbine in a $40,000 claimer. That win came on Woodbine’s synthetic main track, but in four turf races Malbec owned a win and a second. Take away two allowance races in which he fizzled and Malbec had finished no worse than third in seven of his last eight races.
He certainly wasn’t the most likely winner in the race, but at a morning-line price of 15-1 that drifted up to 33-1 at post time, there was sufficient reason to take a gamble on him in hopes that a small wager could result in a big payoff.
At those odds, there were several ways to play Malbec.
At 33-1, a simple $10 win bet would return a rather substantial $340 and was a solid starting point.
After that, as insurance just in case Malbec finished second, a place bet was a possibility.
Yet here, in a 10-horse field on the turf, a back-wheel was an even more enticing possibility. Given Malbec’s odds, if he finished second to anyone other than Golden Story, the even money favorite, there figured to be a big payoff. In this case, by wheeling Malbec for second and adding an extra $2 ticket on the combination with Golden Story, the cost would be $11, and for a total investment of $21 you would stand to collect a substantial profit if Malbec finishes first or second. Best of all, you avoided that infuriating situation when you have a longshot hooked up with several horses in an exotic wager, but not the right one.
The hope, of course, with the wheel was that if Malbec finished second the winner would also be a longshot – something that can often happen in a turf race with its sharp turns and horses either trying the surface for the first time or returning to it after a series of poor dirt races.
As it turned out, Malbec ran well, but not good enough to get his picture taken in the winner’s circle. He lost by just three-quarters of a length to Noble Prince – who just so happened to be 48-1 on the toteboard.
The exacta, as you might expect from those odds, returned $1,791.20 for $2 or $895.60 for $1 dollar.
In wheeling Malbec there might have been eight losing combinations, but the one that paid off covered them and still returned a profit of about $885, which is $663 more than an $11 place bet on Malbec would have returned.
It’s an extreme example, yet it explains why there can sometimes be a grand reward for taking a big chunk of the risk out of an exotic wager, even at the risk of some losing tickets.
THE LESSON: If you like a longshot, hitting the All button when placing an exotic wager is often a wise move.
(también en Español)
El Dato de la Semana: Ruleteando
Ruletear un caballo o una Carrera en una apuesta exótica viene con algunas deficiencias inherentes.
Puede garantizar a un pronosticador la selección de un ganador, pero viene también con la comprensión de que incurrirás en un montón de boletos perdedores que darán una mordida a tus utilidades – si es que ganas.
Con eso en mente, el elemento clave en la decisión de ruletear es de hecho un movimiento apropiado que se centre en lograr utilidad suficiente para cubrir las pérdidas que ruletear trae consigo.
Por ejemplo, ruletear un caballo en exacta usándolo con cada uno de los otros rivales en la carrera, usualmente no tiene mucho sentido en un lote pequeño. ¿Cuál es la gracia de apostar $10 ruleteando un caballo en un grupo de seis ejemplares, cuando el pago será como máximo de $15?
A la inversa, cuando te cierras con un golpe en un lote numeroso, darle al botón de Todos y cubriéndose con cada combinación posible en exacta, podría tener todo el sentido del mundo.
La sexta carrera de Gulfstream Park del 3 de Enero fue uno de esos ejemplos en los cuales cubriendo todas las bases, el pago fue más que generoso.
Supongamos que analizando la carrera, estuvieses interesado en Malbec. Era un reclamo opcional del $25,000 sobre cinco furlones en el césped y venía de lograr una victoria en Woodbine en un reclamo de 40,000. Ese triunfo lo había conseguido en la pista sintética principal de Woodbine, pero en cuatro carreras en el césped Malbec tenía un triunfo y un segundo. Quita dos carreras condicionales en las que había fracasado y Malbec había finalizado no peor que tercero en siete de sus últimas ocho carreras.
Ciertamente no era el ganador más probable de la carrera, pero a una línea matinal en su precio de 15-1 que se elevó a 33-1 al momento de la partida, había suficiente razón para tomar un lance con él con la esperanza de que con una apuesta pequeña pudiese resultar una cobranza de las grandes.
A esos dividendos, había varias formas de jugar a Malbec.
A 33-1, una simple apuesta de $10 a ganador retornaría unos sustanciosos $340 y era un sólido punto de partida.
Después de eso, como un seguro en caso de que Malbec finalizase segundo, una apuesta en placé era una posibilidad.
En este punto, en un grupo de 10 caballos en el césped, ruletear era una posibilidad incluso más atractiva. Dada la cotización de Malbec, si él finalizaba segundo de cualquier otro caballo que no fuera Golden Story, el favorito que no doblaba la plata, era muy probable que hubiera un gran pago. En este caso, ruleteando a Malbec para segundo y añadiendo un boleto extra de $2 en la combinación con Golden Story, el costo sería de $11, y por una inversión total de $ 21 estarías cobrando una utilidad sustanciosa si Malbec terminaba primero o segundo. Lo mejor de todo, estarías evitando esa exasperante situación de tener un golpe enganchado con varios caballos en una apuesta exótica, pero no con el indicado.
Por supuesto que lo esperado con la ruleteada era que si Malbec terminaba segundo, el ganador fuese también un golpe – algo que a menudo puede suceder en una carrera en el césped con curvas cerradas y con caballos que a veces van por primera vez a la superficie o vuelven a ella luego de una serie de pobres esfuerzos en la arena.
Al final resultó que Malbec corrió bien, pero no lo suficiente como para que se tomen foto con él en el círculo de ganadores. Perdió por solamente tres-cuartos de cuerpo ante Noble Prince – quien estuvo nada menos que a dividendos de 48-1 en el totalizador.
La exacta, como podrías esperar a esos precios, retornó $1,791.20 por cada $2 o $895.60 por $1 dólar.
Ruleteando a Malbec pudieron haber ocho combinaciones perdedoras, pero aquella que pagó cubrió a todas y retornó una utilidad cercana a los $885, la cual es $663 dólares más de lo que una apuesta de $11 a placé en Malbec habría retornado.
Es un ejemplo extremo, pero aun así explica por qué puede haber algunas veces una gran recompensa en tomar una buena tajada de riesgo en una apuesta exótica, incluso con la posibilidad de pagar algunos boletos perdedores.
LA LECCIÓN: si te gusta un golpe, dale al botón Todos cuando jugar una apuesta exótica es más bien una movida inteligente.